El valor del arte por el arte

Mientras museos y coleccionistas valoren el arte principalmente por la firma del artista, y no por el valor intrínseco de la obra en sí misma, el mundo del arte será como una ciudad con hermosos edificios y residencias, pero con sus calles llenas de basura. 

Imagina que vas a un restaurante cuyo dueño es un chef famoso. Le pides uno de sus platos y, al probarlo, está muy salado, huele mal, tiene mal aspecto y te lo sirven en un plato ordinario y feo. ¿Te lo comerías solo para que los demás comensales no piensen que no entiendes de gastronomía?
¡Por supuesto que no!

Además de la fama del chef, la comida debe de ser buena, por eso no basta la firma del artista, si la obra es mala.

Si eres un coleccionista o galerista, que valoras la comida por su aspecto, sabor, valor nutritivo y calidad en general, pero la valoración del arte la haces principalmente por la firma del artista, la moraleja es: tu paladar es más inteligente que tu vista.